viernes, 2 de mayo de 2008

Bienvenidos

Todo aquel que llegue hasta acá, sabe por que lo hizo... o quizá no.

En una balsa, un día, un muchacho de Rosario y una de Avellaneda, en un baño de Once, dieron la patada inicial a un movimiento que llevaría su furia a más de tres generaciones.

Como siempre, vamos a tratar de verlo en perspectiva, intentando que el fanatismo y la música no le ganen a razón... o al menos, que queden a mano.

Los esperamos los jueves al mediodía...

Martín y JP